lunes, 1 de octubre de 2012


Hace unos días tomé el tren para ir a mi tierra. Mi padre estaba hospitalizado. Cuando se puso en marcha llovía. Ese día todo parecía gris, el tiempo, mis pensamientos, la salud de mi padre... A mitad de camino unos rayos de sol se empezaron a abrir paso entre las nubes y caían sobre los campos verdes y rojos de amapolas. de pronto un arco iris espectacular, uno de los más impresionantes que he contemplado. Pensé que el tren me trasportó hasta allí para posibilítarme esa contemplación, que entre lo gris pueden abrirse paso colores intensos. Durante ese tiempo respiré profundo, valoré poder ver para poder ver ese espectáculo de la naturaleza y me sentí feliz y afortunada. No todo es malo. Aún cuando nos parezca que no hay salida tenemos que valorar lo que tenemos. La vida nos ofrece luz y colores generosamente.
   

Dejo un enlace interesante para quienes restéis interesado en el tema de mayores. Concretamente en Alzheimer:

http://www.dailymotion.com/video/xtzh1q_alzheimer-el-ultimo-viaje-fase-avanzada_school